jueves, 19 de marzo de 2020

Más Material para 5º B - Seño María Ana


MATERIAL PARA TRABAJAR EN CASA:



Leé el siguiente cuento y respondé:
El sonido de la lluvia
Adriana Ferraggine

“Luisito dijo:
—Me cambiaron el sonido de la lluvia. Y se puso a llorar.
—¿Qué te pasa, Luisito?
—preguntó la mamá.
—Me da miedo —contestó
Luisito, abrazado al cuello de la abuela. La mamá lo miró raro. El papá también.
—Lavate la cara, que te doy un caramelo —dijo la abuela mientras le buscabauno en la caramelera azul. Y Luisito se sintió muy, pero muy solo. Y, como nadie lo entendía, cerró la boca y se conformó:
—Total, hasta la próxima lluvia me olvido. Pero a la madrugada, otra vez llovió.
Y Luisito otra vez tuvo miedo. Y eran las cuatro de la mañana. Y la mamá tuvo que levantarse a consolarlo. Y el papá le dijo “grandulón”. Y a él le dio mucha vergüenza.
Luisito, entonces, cerró la boca y pensó: “La próxima vez que llueva, voy a tener que investigar yo solito, nomás”. Pero esa noche no llovió. Ni la próxima.
Se puso a llorar. Y eran las cuatro de la mañana. Y la mamá tuvo que levantarse a consolarlo. Y el papá le dijo “grandulón”. Y a él le dio mucha vergüenza.
Luisito, entonces, cerró la boca y pensó: “La próxima vez que llueva, voy a tener que investigar yo solito, nomás”. Pero esa noche no llovió. Ni la próxima. Ni la siguiente. Ni la sucesiva.
Varios días pasaron, hasta que volvió a llover. Y otra vez, de noche. Cuando Luisito escuchó los sonidos misteriosos de la lluvia, volvió a tener miedo. Pero se lo aguantó. Y no lloró. Y se levantó. Y miró. La lluvia caía igual que siempre, de arriba para abajo. Y el patio se veía igual que siempre, de seco a mojado. Y las plantas reaccionaron igual que siempre, de achicharradas a rozagantes.
Pero el ruido de la lluvia, efectivamente, había cambiado. El tiquitiquitiqui era clan clanclan. Clan ClanClan. ¡CLAN CLANCLAN!
Luisito se agarró la cabeza, se tapó las orejas y largó un chillidito agudo de protesta que despertó al loro. El loro gritó y despertó al gato. El gato, al perro. El perro, a la abuela. La abuela, a la mamá y la mamá, al papá. La mamá se enojó. El papá gritó. Y la abuela se resfrió y empezó a estornudar.
Todo por su culpa.
Inmediatamente, lo secaron de la cabeza a los pies, le cambiaron el pijama y los soquetes, y lo mandaron a dormir solito, por más miedo que tuviera.
Luisito, entonces, cerró la boca y pensó: “Tendré que esperar una nueva lluvia”. Y esperó. Y cuando volvió a llover, por suerte era de día. De día todo se veía mejor. Hasta lo que le daba miedo. Así es que salió al patio y, cuando escuchó el clan clanclan, no gritó. Ni lloró. Se quedó calladito, esperando una señal. Y el clan clanclan llamaba como si dijera “aquí, aquí, aquí”. Y Luisito fue.
Y lo encontró. En el rinconcito, debajo de la cuerda de tender la ropa, al lado de la parrilla y las macetas, su platito de cuando era bebé se llenaba de agua. Clan ClanClan.
Entonces, Luisito lo levantó, lo llevó a su cuarto y lo secó. “Pobrecito”, pensó, “estaba tan solo”. Después lo ubicó en la repisa, al lado del autito azul y la pandereta. La lluvia volvía a tener el sonido de antes. Y Luisito ya no le tuvo miedo”.
Respondé:
a)      ¿Qué le daba miedo a Luisito?
b)      ¿Había cambiado el sonido de la lluvia? ¿Por qué?
c)      ¿Qué producía el ruido extraño?
d)     ¿Por qué Luisito se llevó su platito de cuando era bebé a su dormitorio?
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EL MONSTRUO DEL AGUA
Autora: Isabel Muñoz
(Antología literaria de 5ºB)

Un relámpago iluminó la ventana.
Manu se escondó dentro de las cobijas ¡Qué susto le daban las toementas!
Escuchó un trueno. Se tapó las orejas con la almohada.
Enseguida , una lluvia torrencial sacudió su cuarto.
Manu llamó a su mamá.
-Tengo miedo.
-Dormí Manu. Es sólo la lluvia- dijo su mamá. Corrió las cortinas y se fue.
Manu espió un poquito por encima de las sábanas.
Sabía que él vendría.
Le gustaba de pronto en las noches de tormenta.
¿De dónde saldría, si las ventanas estaban cerradas?
Lo había visto varias veces : era azul, y tenía una pelusa luminosa en el cuerpo.¿Era el MONSTRUO DEL AGUA!
Manu pensó en esconderse debajo de la cama , dentro del ropero…
Metió la cabeza entre las frazadas y se abrazó a su osito. Se lo habían regalaso cuando era un bebé. Ya estaba gastado el pobre.
Los truenos u los relámpagos repiqueteaban en la ventana.
De repente, el silencio.
Manu sabía que se le iba a aparecer EL MONSTRUO DEL AGUA.
No se equivocó.
Desde su escondite debajo de las cobijas, escuchó su risa horripilante.
Lo espió.
Sí, ahí estaba, del tamaño de un gato, azul, un poco luminosos y pálido.
-Andate, MOSN…MONS… MONSTRUO- dijo al fin sin llorar.
Pero el monstruo no se movía. Lo miraba desafiante.
Manu se metió de nuevo debajo de las sábanas y rogó que la tormenta termonara. Pero los truenos retumbaban y la lluvia era torrencial.
Ahora el monstruo caminaba sobre su cama,
-Andate MONS…TRR…UO-trartamudeó muerto de miedo.
Pero el maldito seguía ahí, dando saltitos y riéndose a carcajadas.
Manu lo espió otra vez.
Vio que con cada saltito, el monstruo desparramaba pelos azules por toda la cama. Azules y luminosos.
Manu se protegió.
A la mañana siguiente cuando se despertó, el sol trataba de entrar por las rendijas de la persiana.
-¡Uff, Por fin!- exclamó-. ¡Vencimos al MONSTRUO DEL AGUA!
Miró al osito mientras se frotaba el sueño de los ojos.
Y lo vio a su lado, salpicado igual que la cama, por una pelusa azul, un poco luminosa.
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